domingo, 1 de abril de 2012

KUALA LUMPUR "¿Hay tanta gente que compra como cosas que se venden?"


KUALA LUMPUR
¿Hay tanta gente que compra como cosas que se venden?

Hasta Kuala Lumpur nos lleva un autobús 2.0, la evolución en materia de autobuses, el autobús entre los autobuses, el sillón de la reina. Esta vez no solo Sara aprovecha para dormir. 
-Cariño, este autobús es mucho mejor que muchos de los sitios en los que nos hemos hospedado.


Y a Kuala Lumpur llegamos por la puerta grande, o como mínimo por la puerta China, directos a chinatown, un enorme mercadillo que a punto está de provocar un colapso en la madre de Gemma, que no da abasto, quiere mirarlo todo, regatear, comprar cosas para todos. Los mercadillos la vuelven loca y ahora esta alojada en el interior de uno de ellos. Antes de que Montse se deje el sueldo entero en los puestos chinos decidimos echar un primer vistazo a la joya de la corona Kuala Lumpurense, las torres Petronás. 

Preciosas. Con la noche encima se iluminan para ser admiradas por centenares de personas que hoy han venido hasta aquí atraídas por un concierto que se celebra al pie de las torres. Aún no sabemos cómo, conseguimos entradas gratis para la zona VIP, dónde deberían de estar esas adolescentes que gritan desde la verja cuando aparece en escena un melenas Malayo que canta, como si fuera una estrella del Heavy Metal, un Pop de lo más comercial. Duramos poco. Hay hambre.



Pero atención porque la principal actividad a realizar en Kuala Lumpur, el motivo que nos ha traído a la capital, lejos de ser la mera visita a las Petronás, es ni más ni menos que asistir al Gran Premio de Malasia de Fórmula 1. Hay que enterarse de todo, como se llega a Sepang, a qué hora es la carrera, incluso hay quién aún tiene que decidir a quién animará.

Por una vez nos despertamos sin prisa, la carrera no es hasta las 4 de la tarde. Tenemos tiempo de pasar por la oficina de turismo, ver alguna exposición de arte y perdernos en un par de mercadillos más antes que Carles no pueda más de nervios, emoción o quién sabe qué y nos apriete para ir tirando. 



Tenemos entradas de peluse, así que vamos equipados y preparados para cualquier inclemencia del tiempo. Bueno, excepto para este calor abrasante. El pareo si lo hemos traído y esta bien extendido en medio de la solana, guardando sitio por si en algún momento el sol nos da una tregua y podemos salir del amparo de esta palmera. Y nos la da, a pocos minutos del inicio de la carrera las nubes se apoderan del cielo y nosotros del pareo. 

Pero el tiempo aún no lo ha dicho todo y, casi coincidiendo con el semáforo verde, empieza a llover y Alonso aprovecha para ganar posiciones. Mientras tanto Damià ha decidido que animará a De la Rosa, que es catalán. "Los Hispania deben ser esos y el primero de ellos será Pedrito". Horas después descubriríamos que esos no eran los Hispania sino que eran esos otros que parecen un calamar, y que De la Rosa no era el primero sino el último, el último de todos. En declaraciones posteriores Pedro De la Rosa diría "Me lo he pasado muy bién en este gran premio" y Damià diría "Ah no era Pedro, ¿ y a quién he estado animando yo?" A Timo Glock, pero eso no importa. 

La lluvia se hace más intensa, nos ponemos los chubasqueros. La carrera se para. Media hora de parón, el realizador se aburre, ve a Gemma enfundad en su ridículo chubasquero, firmemente atado alrededor de la cara, y la pincha. Gemma sale en directo por la señal internacional que se transmite a todo el mundo. Pero de eso también nos enteraríamos más tarde. 
Se retoma la carrera. Alonso sale quinto pero rápidamente empieza a ganar posiciones. Nuestro falso De la Rosa sigue en el puesto 17. Alonso nos regala, frente a nuestra curva, el adelantamiento que lo sitúa en primer lugar, líder. Carles está a punto de explotar de emoción. Y desde este punto hasta el final Alonso seguirá primero y Carles al borde de un ataque. Sin sorpresas finales. Fernando gana y Carles explota.




Recogemos y nos volvemos al hotel (obviaremos aquí el autobusero que nos llevó a casa, su incapacidad para pisar el freno sin desmembrar a los pasajeros y su astucia para encontrar, en medio del tráfico más intenso, una salida rápida). Las cenas en chinatown le dejan a uno lleno y listo para ir directo a la cama.




Al día siguiente toca hacer turismo. Empezaremos con un templo de cada estilo, aprovechando la diversidad cultural y religiosa del país, que aunque mayormente musulmán, cuenta con libertad de culto. 




Primero un templo hindú encajado entre edificios modernos de distinta índole.








Después toca uno chino, medio reconvertido en taller, tienda o lo que se tercie y finalmente una mezquita que con ver de fuera nos parece suficiente (de la iglesia católica pasamos por poco original).





A parte de eso, visitamos una exposición, más por el aire acondicionado que por la temática de la misma, little India y de nuevo las torres Petronás, que nunca decepcionan.


Al día siguiente un avión nos llevará de nuevo al norte, esta vez a la costa este, concretamente a Kota Bharu, desde donde cogeremos un barco a las maravillosas islas Pherentian.












G&C&d&m&s

2 comentarios:

  1. Uf! que bé que ho varem passar. Un post genial!
    Petons i abraçades.
    Mami

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  2. QUE BIEN LO PASAIS Y QUE SOTIOS MÁS BONITOS.
    SEGUID DISFRUTANDO DE TODO Y VOLVER LLENOS DE ALEGRIAS.
    MUCHOS BESITOS
    MA & FRANSIS

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